De peruanos y más..

Como era de esperarse “motivación” nunca contestó, de hecho nunca más habló y yo tampoco a él. Igual este post no se va a tratar acerca de él, así que cambio de tema..

Llegó mi amiga N de Perú con toda su troupe: su hija M, recientemente teenager, con onda, look e inteligencia de 18 años. El tema del look ayuda bastante porque la arrastramos de bares con nosotros, pero ya no más M, prometemos comportarnos, o al menos trataremos.

Su hijo N y su enamorada D, divinos hermosos, se regalan amor casi dando envidia. Su amigo del alma J, un personaje gracioso, generoso con lentes retro y zapatos cerrados impecables en pleno verano. Y mi amiga N, a quien conocí hace ya unos meses, fotógrafa también, minon como diríamos acá, con energía arrolladora y gran calidez si tenés la suerte de ser su amigo, y sino, preguntale al mozo de anoche…jajjaa todavía se debe acordar de nosotros.

Quien tenga amigos peruanos va a saber entender, son incansables, enérgicos, les encanta por igual: el arte, la noche, el trago y pasarla bien. Yo he tenido la suerte de conocer algunos ejemplares excepcionales, y cuando vienen, mi vida gira en torno a ellos, vale la pena aunque después deba pasar una semana a pura fruta (nunca lo haré), cuidando mi hígado y durmiendo por días.

El sábado a la noche fuimos a las cañitas, comimos en Morelia, tomamos tragos en el Soul Café y postre en Santino. Ayer ellos giraron por la city y me los encontré a la noche para comer en Olsen, la comida en general bien, salvo el plato de N, le trajeron el lomo seco y ella lo había pedido a término medio pero esto no fue lo grave, esas cosas pueden pasar, el tema es que ante el reclamo el mozo se puso de lo más cocorito, yo creo que estaba en sus días o su novio le había cortado o ambas, más sensible que yo con síndrome pre- menstrual. Antes le habíamos reclamado unos tragos que había tardado al menos 15 minutos en traer y casi hace un escándalo digno de una vedette buscando pantalla. Pobre mozo Olsen, será algo de Nelly? El personaje de la familia Ingalls…

Después fuimos al apart donde se está quedando la troupe, y me sentí una más en su mundillo íntimo. Conversamos por un rato, después N y D fueron a su cuarto, M, J y N (amiga) desplegaron sus notebooks y cada uno me mostraba algo, N unas fotos, M no podía entrar a mi blog y J lo logró pero cayó desmayado al ratito, M le siguió minutos más tarde y N y yo nos quedamos confesándonos cosas, mirando fotos y viendo un video que pronto podrán ver en forma exclusiva por esta pantalla. Hay que compartirlo con el mundo, es un bien a la humanidad le dije a N e intentamos subirlo a youtube sin éxito, pero prometo subirlo en breve.

Tengo, quiero, necesito hacer mi balance del año, ya vendrá, calculo que en el siguiente post, hasta tanto, disfruto de esta lluvia con mis botitas puestas. Salgo a ver al médico de la pierna a ver que opina de la cicatriz, quiero averiguar si hay algo que me pueda poner para ayudar a mejorar el aspecto. Muchos no deben saber de qué hablo, ya no comento tanto al respecto (si les interesa pueden leer: “Soy gauchita ¿y que?” y “accidentada”) porque sucedió hace unos meses, tuve un accidente laboral y me tuvieron que operar, como consecuencia tengo una cicatriz que me acompleja y me da ganas de llorar cada vez que la veo, no es gran cosa, pero para mí si.

T se despertó, buenas noticias, podré cobrar mi cheque por el laburo del trailer. Corro a ver si llego antes de las 3 al banco!