Ando trabajando mucho, llegando tarde a casa y rezando para que de alguna forma milagrosa el verano acabe y llegue el invierno de un día para el otro.
Mi departamento se hizo más grande y silencioso, sister se fue de vacaciones con su boyfriend, y yo vivo la ilusión de vivir sola. En la tranquilidad del hogar aproveché para hacer actividades varias y tediosas, entre ellas, junté voluntad y limpié los frasquitos de especies que al reposar en un estante sobre la cocina acumulan grasa y tierra, también limpié los estantes de una repisa de la cocina, tiré lo vencido y le pasé trapito a cada caja y/o frasco que guardamos ahí.
Amo esos momentos en los que sin proponermelo soy testigo de algunas situaciones. Las hay de todo tipo y color, captan mi atención, y por un breve lapsus la historia de otros es mía también.
Miércoles 27/1 Havanna de Cabildo 7.40pm
Un chico joven de unos treinta y pico, una chica un par de años menor que el anterior que parece ser su hermana discuten con un hombre que imagino su padre por una propiedad. La madre está callada y no me cae bien. Intento escuchar pero no logro captar el conflicto. El hombre es necio, prepotente, no escucha y no quiere llegar a un acuerdo. La chica rompe en llanto y amaga con irse, vuelve para decir algo más y su hermano la convence para que se quede. Seguirán discutiendo un rato más hasta que el hombre se levanta ofuscado y se va. La madre se levanta unos minutos después y lo sigue. Los hermanos se miran resignados, como si ya hubieran sabido el desenlace del encuentro antes de que sucediera.
Viernes 29/1 Santa Fe y Coronel Díaz 8.17pm
Finalmente volvía a casa arriba del 152. Terminaba una semana larga, estaba acalorada, la pollera de jean se me pegaba y miraba por la angosta ventana del último asiento esperando una bocanada de aire fresco que nunca llegó. Me llama la atención una pareja. El estatura media, cap, bermudas, remera rayada oscura, panza de cerveza, tatuaje que asoma bajo la remera y onda. Ella vestido floreado corto, piernas largas flacas, rodete, zapatos con plataformas. Podrían haber salido de la galería Bond Street. Eran lindos juntos. El la frena repentinamente, se pone frente a ella y la besa por unos largos casi 30 segundos. Se despegan, y siguen caminando.
Sábado 30/1 Charcas y Agüero 11.10pm
Caminaba con M hacia el cumple de A. Se acerca un señor a un kiosco y pregunta por rollos de cocina ¿Es necesario? ¿Realmente salís a esa hora a comprar rollos de cocina? Qué diferentes son las prioridades que tenemos…
Acá un video acerca de observar y las cosas favoritas..
My Favourite Things from kidswithcrayons on Vimeo.
domingo, 31 de enero de 2010
domingo, 24 de enero de 2010
Fatigué mais je ne regrette rien
Es domingo, estoy cansada y escribo para no perder la costumbre y entrenar mi fuerza de voluntad. Aún así se viene un post del tipo resumen:
Actividades del fin de semana (ya entenderán porque estoy cansada…)Viernes: fui con mamá, sister y abuela a ver Piaf. Me encantó! Sentí ver a la mismísima Edith Piaf y me emocioné hasta las lágrimas cuando escuché “Rien de rien”, hubiera necesitado que la canción dure el doble para llorar lo necesario, pero no tuve esa suerte. Me acordé del francés porque le había sugerido ir a verla juntos y por las canciones en francés obviamente. Gracias madre! Excelente regalo de navidad!!!!
Sábado: Arranqué el gym y arrastre a sister conmigo. Nos hicieron una rutina para cada una y nos prometimos constancia. A la tarde tomé el té en el Museo de Arte Decorativo, con un reciente pero gran amigo. Nos charlamos todo, me aconsejó, me escuchó y dió sus consejos de experto y profesional de la psiquis. Caminamos hasta casa. A las 10 fui a lo de M, amiga de otro trabajo, quien me devolvía la invitación de la semana anterior. Pedimos empanadas y tomamos cerveza por demás. Me acosté tarde.
Domingo: No sé como amanecí a las 10am. Madre llamó para ver si quería ir a caminar pero la energía no alcanzaba y di de baja la propuesta. Al rato recuerdo un mensaje de P, mi amiga y colorista, en el que me invitaba a pasar el día a su casa en Pilar. La llamé, la convencí a sister y nos fuimos en el 57. Asado, pileta, helado, mate, y buena compañía. La odisea se dio a la vuelta. Unos amigos de P nos alcanzaron a la parada del bondi, pero después de esperar media hora y ver que sólo pasó un colectivo y no frenó decidimos tomarnos otro que nos dejaba en Puente Saavedra. Me puse los anteojos negros y dormí todo el viaje. Cuando nos bajamos tomamos el 152 que tardó ½ hora en dejarnos a dos cuadras de casa. A las 22.40 ya estaba dándole de comer a Simón y chequeaba mails mientras sister se bañaba.
La nota de color fue que el viernes a la noche, cuando volví del teatro. Me conecté para ver quien estaba por la net. Tenía un mensaje en la bandeja de entrada de facebook. Y pensé “Que lindo sería que fuera del francés pero seguro que no es”. Y ¿saben que? sí, obvio, era.
Me encantó la sorpresa y dió de comer a mis fantasías por un par de semanas más.
El espacio musical de hoy está cedido a la inigualable Edith Piaf, quién logra emocionarme cada vez que esucho la siguiente canción:
lunes, 18 de enero de 2010
La idea fija
Escribí el post anterior el viernes a la noche, luego de que me visitara M, ex compañera de trabajo y amiga. Nos encontramos antisocializando desde nuestros respectivos hogares vía facebook y nos juntamos en casa para pizza y cervezaS. El resto del fin de semana casi hiberné, combatí el calor quedandome encerrada, aprovechando la soledad de mi casa. Sister se fue a una quinta a la que me habían invitado pero me resultó tentador abstraerme de la sociedad. Había tenido una semana agitada y necesitaba descansar. Eso hice, salí para tres cosas nomás: ir a caminar con madre, comprar ¼ de helado y té con padre y madre.
Hoy me desperté temprano, me bañé y me puse lo más liviano que encontré, un vestido retro-corto de feria americana. Arranqué el día en once fui caminando y escuchando mi ipod, me encontré con A (compañera de trabajo y amiga) y de ahi rumbo a alquilar unas cosas. De ahí a la oficina. Mails, llamados, almorcé en mi escritorio. 14.30 fui a una reunión para cerrar un canje. Lo Cerré. Volví a la oficina. Mails, llamados, más mails, más llamados. Volví a casa, me cambié. Fui a spining, se largó a llover. Pensé en la ventana abierta de mi cuarto y en que sister la cerraría. Transpiré cual desierto de Sahara. Me sentí bien. Volví, me bañé y comí sano.
¿Cuántas veces pensé en el francés?
Algo así como……
Escribí el post anterior el viernes a la noche (pensé en el francés) luego de que me visitara M, ex compañera de trabajo y amiga (le conté del francés). Nos encontramos antisocializando desde nuestros respectivos hogares vía facebook y nos juntamos en casa para pizza y cervezaS (le di detalles del francés). El resto del fin de semana casi hiberné (pensé en el francés), combatí el calor quedándome encerrada, aprovechando la soledad de mi casa (podría haberla aprovechado más, pero no tenía al francés). Sister se fue a una quinta a la que me habían invitado pero me resultó tentador abstraerme de la sociedad (pensé en el francés). Había tenido una semana agitada (había salido con el francés) y necesitaba descansar. Eso hice, salí para tres cosas nomás: ir a caminar con madre, comprar ¼ de helado y té con padre y madre ( y pensé en el francés).
Hoy me desperté temprano (lo deseé a mi lado), me bañé (pensé en el francés) y me puse lo más liviano que encontré, un vestido retro-corto de feria americana (pensé en cómo no me lo puse para el francés). Arranqué el día en once (me acordé de las despedidas por la mañana), fui caminando y escuchando mi ipod, me encontré con A (compañera de trabajo y amiga) y de ahi rumbo a alquilar unas cosas (pensé en si me viera trabajando). De ahí a la oficina (pensé en el francés). Mails, llamados, almorcé en mi escritorio (me preguntaron si lo extrañaba, pensé en el francés). 14.30 fui a una reunión para cerrar un canje. Lo Cerré. Volví a la oficina. Mails (me fijé si me había escrito), llamados, más mails (chuequeé facebook), más llamados. Volví a casa, me cambié. Fui a spining (pensé en que él decía que quería hacer gimnasia), se largó a llover. Pensé en la ventana abierta de mi cuarto (recordé la noche que llovió y estábamos en casa) y en que sister la cerraría. Transpiré cual desierto de Sahara. Me sentí bien (pensé en el francés). Volví, me bañé y comí sano.
Pensé que no me iba a afectar tanto pero sucedió todo lo contrario.
¿Cómo hacer para no desear estar con alguien con quien la paso tan bien?
TERMINO DE ESCRIBIR ESTE POST Y CUANDO ESTOY POR SUBIRLO SUENA ALEATORIAMENTE EN EL ITUNES LA SIGUIENTE CANCION....
CASUALMENTE ES LA PRIMER CANCIÓN QUE D, EL FRANCÉS, ESCUCHÓ EN MI IPOD Y CANTÓ EN EL ASCENSOR.
Una vez más, pensé en él.
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viernes, 15 de enero de 2010
Un poco de amor francés...
Para algunos que van de visita por otros blogs amigos se habrán enterado de la reunión fémina-blogger a la que asistí el viernes pasado, para los que no, les cuento…
Fui sin conocer personalmente a nadie, sólo conocía a dos por sus respectivos blogs. Fue rara la sensación, divertida, diferente, interesante y constructiva, aún sin conocerlas me sentí cómoda desde un comienzo. Debe estar escrito en algún manual de psicología, pero imagino que tiene que ver con compartir algo en común, algo que nos gusta y nos hace bien. Y juntarnos, mostrarnos las caras, y empezar a hablar sin tapujos de quienes somos y de lo que ni siquiera en los blogs podemos decir, es sin dudas establecer mucha confianza. A todas ellas mi más sentido y cálido saludo.
Después de cantidades industriales de cerveza bebidas la noche anterior, el sábado amanecí a las 12, cansada, dispuesta a limpiar mi casa, depilarme y cocinar, en ese orden. Sólo alcancé los primeros dos objetivos. Mi padrino me pasó a buscar con H y M (no podía no ponerlo así) y después la buscamos a abuela. Fuimos al cumple de mi prima M, quien me bautizó Hannah Montana y desde entonces tenemos un vínculo increíble y envidiable. Venía y me decía secretos, me presentaba a sus amigas y hasta me regaló como si fuera un niño más, una bolsita de papel madera dibujada por ella llena de souvenirs. Imaginen el estado al que me lleva esa niña que terminamos las dos disfrazadas, ella de policía y yo con una máscara del hombre araña que me quedaba ajustada por demás, y asustamos a los presentes. Más tarde tuve el cumple de F. Arte, música en vivo y de la otra, muchos viejos amigos, diversión y calor, mucho calor. Me fui antes de que terminara porque tenía un cansancio importante y no quería que la luz del día me encontrara despierta.
Corría el año 2005, el mismo en que vi por primera vez a N, mi amor de verano, el mismo en el que no trabajé y disfruté de mi casa y las no obligaciones. Vivía con una amiga en Palermo a dos cuadras de Chill House, el hostel de unos amigos, y una noche que organizamos para ir en grupo a Club 69, lo conocí. Era francés, venía de estar un año en Chile de juerga y estudiando finanzas con 3 amigos, se estaba quedando en el hostel de mis amigos y me gustó apenas lo vi. Esa noche se fue temprano del Club. El sábado siguiente mis amigos decidieron llevar a sus huéspedes a Opera Bay donde trabajaba mi amiga N (esta es otra, una nacional). Llegué tarde pero reluciente y D, el francés, se me acercó con cara de felíz cumpleaños. Nos encontramos esa noche en la pista y no nos despegamos los tres días que siguieron hasta que él se fue. La historia siguió intensamente el primer tiempo y luego, previsiblemente, los mails se hicieron más esporádicos. Sin embargo logramos remontar una historia de 3 días por 5 años.
El domingo me encontré con él para almorzar en Miranda. Llegué tarde y él me esperaba sonriente tomando una copa de vino en la barra. Se paró a saludarme, eligió una mesa y nos sentamos. Nos pusimos al día, nos contamos de nuestras vidas sin mencionar el detalle de la existencia de su novia. Pasamos por casa para que yo cambiara las botas de lluvia por unas frescas havaiianas y nos fuimos a puerto madero. Caminamos sin apuro y sin destino, deteniéndonos a observar el paisaje de vez en cuando. Tomamos algo por ahí y D aprovechó para atosigar con preguntas de economía Argentina, la situación en general y los lugares que debía ver, a una pareja de unos cincuenta y pico que descansaba en la mesa de al lado. No sé como recordé que empezaba el ciclo de autocine en el Rosedal y con cerveza, manta y humito fuimos a ver “el secreto de sus ojos” bajo las estrellas. Ahí me agarró la mano por primera vez desde nuestro encuentro y yo me dejé. Después caminamos por Libertador, fumando y agarrados de la mano, hasta que en libertador y Austria me frenó y me dio un beso. Primero tranquilo, luego sexy, y después hot. Sentí una luz cerca nuestro y abrí los ojos para ver una auto cerca nuestro e imaginé un hombre tocándose mientras nos miraba y me asusté. Empezamos a caminar y el auto avanzó lentamente, dobló en la siguiente calle y frenó en el lugar donde debíamos cruzar, y ahí ya totalmente histérica fui rescatada por mi francés que frenó un taxi y huimos. Mientras nos subíamos al taxi descubro para mi sorpresa que en el interior del auto había al menos 3 mujeres y que siguieron un poco más y se detuvieron a media cuadra. Sus intenciones las desconozco pero me asusté bastante. D me acusó de paranoica bajo los efectos del humo y creo que tenía razón. Comimos una pizza y vinimos a casa como si fuera algo cotidiano. Prendí velas, puse música, y nos tiramos en la cama. Estuvimos juntos y nos descubrimos más adultos y experimentados. Sincronía, deseo simbiótico y placer.
El lunes ibamos a ir a la bomba de tiempo pero yo salí tarde del trabajo y nos encontramos más tarde para comer cerca de casa. Y después nuevamente de comer, nuevamente a casa. La noche sin embargo se vió teñida de dramatismo cuando acalorada después de nuestro encuentro corporal me fui a dar una ducha de agua fría y descubro una cucaracha en el baño. Me dan mucho asco las cucarachas pero soy incapaz de matarlas, me da más asco matarla que verla viva. Sin embargo no podía dormir con la idea de volver al baño y que la señora de antenas me caminara por el pie. Fui al lavadero, busqué el Raid para cucarachas (en mi casa hay todo tipo de raid, sister es fan, creo que tiene toda la colección) y encaré para el baño. D reaccionó, y dijo, “No, yo la mato” y lo amé, amé ese momento en que me sentí tan mujer, subida al inodoro haciendo exclamaciones como si en vez de una hubiera cien. La mató, la agarró con un papel, envolvió el papel en una bolsa, la cerró y lo tiró al tacho. En adelante llamaremos a esto “el cucaracha incident”. Después volvimos a dormir, pero al rato me despertó con la lluvia, abrí la persiana para ver si era tan intenso como si escuchaba y vi un vestido mío salir volando cual gaviota en la playa. Las ventanas empezaron a golpearse, los truenos se hicieron más fuertes y tuve miedo, me sentí minúscula ante ese poder de la naturaleza que no podía controlar y le hablaba al francés sin dejarlo dormir. Como era de esperarse, eventualmente me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté, me bañé, tomé el desayuno y desperté a D quien parecía distante y de malhumor. Cuando llegué al trabajo D me había escrito que se estaba yendo a La boca y le escribí un mail con varias opciones de lugares para ir a comer a la noche. A lo que siguió una seguidilla de mails que transcribo abajo:
D: El 12 de enero a las 18:36
No vas a creer me pero estoy dead... I walk so much that i cannot touch the floor with my feet!! Es una peina... Podemos ir a comer something pero not too early...
Yo: El 12 de enero a las 18:48
No hay problema en comer tarde. Como vos quieras, si querés quedarte durmiendo todo bien también, just let me know early asi me organizo.
beso
D
D: El 12 de enero a las 18:55
Me voy a ber por el restaurante que podemos hacer: astrid et gaston looks good... Decimos que vamos a comer a la 9h30.? Esta noche pienso que voy a dormir al chill, esta bien de tener una noche mas normal sin el gato, y tus amigos en el bano;))
Terminé de leer y me ataqué. ¿Noche más normal? ¿Sin el gato? Como saben tengo un gato al cual D resultó alérgico, pero el gato permaneció fuera del cuarto siempre, osea que ese comentario estaba de más. ¿Mis amigos del baño? Claramente se refería a la cucaracha, pero entonces si le molestaba tanto para qué carajo se hizo el héroe. Mi enojo me había quitado las ganas de verlo y los mails siguieron…
YO: El 12 de enero a las 19:19
Si estás cansado me parece bien que hagas tus cosas y yo me junto con mi prima que me llamo para verme.
D
D: El 12 de enero a las 20:34
? no quieres juntarme? Are u angry with me? I wanted to see u...(
Le dije que mi prima se iba a Mexico y quería verla, y quedamos en hablar al día siguiente.´
El miércoles amaneció hecho una seda, diciendo que había pasado la noche escuchando la música de mi ipod (se lo presté para que disfrutara estos días en Buenos Aires con música que le había hecho escuchar el domingo y le había encantado) y que quería hacer algo lindo a la noche, bla bla…
Me tomé seis horas para responderle que sí. La noche terminó en un asado en el hostel, no era lo que imsginaba pero estaba bueno a la vez, era mi territorio también y me iba a encontrar con amigos que no veo seguido.
Sin apurarme, llegué a las 11pm. Saludé a mis amigos y luego a él que me esperaba con la misma sonrisa que le había visto el domingo cuando nos encontramos para almorzar. Se paró para saludarme, me hizo lugar al lado de él y me buscó algo para comer. Mientras yo comía, no sé cómo sacó el tema pero se disculpó por el mail del día anterior, dijo que cuando leyó mi respuesta se dió cuenta de que estaba enojada y que yo había malinterpretado su mail que tenía la intención de ser gracioso. El malhumor de la mañana siguiente fue aclarado alegando descortesía por falta de higiene después de la noche y me pareció entendible.
Y Aún así agregó que él ya conocía Buenos Aires, que no venía a hacer turismo y que su intención era verme a mí. Me metí en su bolsillo como niño en la pileta y me conmovió. D me dio un tour por Chill y unos besos en su cuarto. Armó un mini bolso y vinimos a casa. Sin dudarlo esa fue nuestra mejor noche juntos. Estuvimos más cerca y vulnerables que nunca nos dijimos cosas sexies y graciosas. Y D amaneció de buen humor.
El jueves fue nuestra última noche juntos. Me citó a las 9pm en un restaurante llamado “Arturito” que recomiendo sin dudarlo. Mozos de vieja escuela, recetas tradicionales y clima especial. Al menos para nosotros… Cuando terminamos de probar varios platos vinimos caminando a casa. Me agarró de la mano justo cuando estaba a punto de quebrarme y tomar la suya. Y lo guié a la plaza de enfrente, le regalé el cd de “onda vaga”, una postal y un abrazo. El me me agradeció y dijo: "No cambies" y me dió un beso.
Nos miramos intensamente y hablamos más allá de las palabras que pronunciamos esa noche.
D está lejos y lo pienso… Como lo que fue hace 5 años, como lo que es hoy en día y por lo que será en un tiempo…
Cuando el flotador te parece sexy... ¿Estás mas grande no?
La canción es de Brazilian Girls, la otra banda que a D le gustó de lo que escuchó en mi Ipod
Fui sin conocer personalmente a nadie, sólo conocía a dos por sus respectivos blogs. Fue rara la sensación, divertida, diferente, interesante y constructiva, aún sin conocerlas me sentí cómoda desde un comienzo. Debe estar escrito en algún manual de psicología, pero imagino que tiene que ver con compartir algo en común, algo que nos gusta y nos hace bien. Y juntarnos, mostrarnos las caras, y empezar a hablar sin tapujos de quienes somos y de lo que ni siquiera en los blogs podemos decir, es sin dudas establecer mucha confianza. A todas ellas mi más sentido y cálido saludo.
Después de cantidades industriales de cerveza bebidas la noche anterior, el sábado amanecí a las 12, cansada, dispuesta a limpiar mi casa, depilarme y cocinar, en ese orden. Sólo alcancé los primeros dos objetivos. Mi padrino me pasó a buscar con H y M (no podía no ponerlo así) y después la buscamos a abuela. Fuimos al cumple de mi prima M, quien me bautizó Hannah Montana y desde entonces tenemos un vínculo increíble y envidiable. Venía y me decía secretos, me presentaba a sus amigas y hasta me regaló como si fuera un niño más, una bolsita de papel madera dibujada por ella llena de souvenirs. Imaginen el estado al que me lleva esa niña que terminamos las dos disfrazadas, ella de policía y yo con una máscara del hombre araña que me quedaba ajustada por demás, y asustamos a los presentes. Más tarde tuve el cumple de F. Arte, música en vivo y de la otra, muchos viejos amigos, diversión y calor, mucho calor. Me fui antes de que terminara porque tenía un cansancio importante y no quería que la luz del día me encontrara despierta.
Corría el año 2005, el mismo en que vi por primera vez a N, mi amor de verano, el mismo en el que no trabajé y disfruté de mi casa y las no obligaciones. Vivía con una amiga en Palermo a dos cuadras de Chill House, el hostel de unos amigos, y una noche que organizamos para ir en grupo a Club 69, lo conocí. Era francés, venía de estar un año en Chile de juerga y estudiando finanzas con 3 amigos, se estaba quedando en el hostel de mis amigos y me gustó apenas lo vi. Esa noche se fue temprano del Club. El sábado siguiente mis amigos decidieron llevar a sus huéspedes a Opera Bay donde trabajaba mi amiga N (esta es otra, una nacional). Llegué tarde pero reluciente y D, el francés, se me acercó con cara de felíz cumpleaños. Nos encontramos esa noche en la pista y no nos despegamos los tres días que siguieron hasta que él se fue. La historia siguió intensamente el primer tiempo y luego, previsiblemente, los mails se hicieron más esporádicos. Sin embargo logramos remontar una historia de 3 días por 5 años.
El domingo me encontré con él para almorzar en Miranda. Llegué tarde y él me esperaba sonriente tomando una copa de vino en la barra. Se paró a saludarme, eligió una mesa y nos sentamos. Nos pusimos al día, nos contamos de nuestras vidas sin mencionar el detalle de la existencia de su novia. Pasamos por casa para que yo cambiara las botas de lluvia por unas frescas havaiianas y nos fuimos a puerto madero. Caminamos sin apuro y sin destino, deteniéndonos a observar el paisaje de vez en cuando. Tomamos algo por ahí y D aprovechó para atosigar con preguntas de economía Argentina, la situación en general y los lugares que debía ver, a una pareja de unos cincuenta y pico que descansaba en la mesa de al lado. No sé como recordé que empezaba el ciclo de autocine en el Rosedal y con cerveza, manta y humito fuimos a ver “el secreto de sus ojos” bajo las estrellas. Ahí me agarró la mano por primera vez desde nuestro encuentro y yo me dejé. Después caminamos por Libertador, fumando y agarrados de la mano, hasta que en libertador y Austria me frenó y me dio un beso. Primero tranquilo, luego sexy, y después hot. Sentí una luz cerca nuestro y abrí los ojos para ver una auto cerca nuestro e imaginé un hombre tocándose mientras nos miraba y me asusté. Empezamos a caminar y el auto avanzó lentamente, dobló en la siguiente calle y frenó en el lugar donde debíamos cruzar, y ahí ya totalmente histérica fui rescatada por mi francés que frenó un taxi y huimos. Mientras nos subíamos al taxi descubro para mi sorpresa que en el interior del auto había al menos 3 mujeres y que siguieron un poco más y se detuvieron a media cuadra. Sus intenciones las desconozco pero me asusté bastante. D me acusó de paranoica bajo los efectos del humo y creo que tenía razón. Comimos una pizza y vinimos a casa como si fuera algo cotidiano. Prendí velas, puse música, y nos tiramos en la cama. Estuvimos juntos y nos descubrimos más adultos y experimentados. Sincronía, deseo simbiótico y placer.
El lunes ibamos a ir a la bomba de tiempo pero yo salí tarde del trabajo y nos encontramos más tarde para comer cerca de casa. Y después nuevamente de comer, nuevamente a casa. La noche sin embargo se vió teñida de dramatismo cuando acalorada después de nuestro encuentro corporal me fui a dar una ducha de agua fría y descubro una cucaracha en el baño. Me dan mucho asco las cucarachas pero soy incapaz de matarlas, me da más asco matarla que verla viva. Sin embargo no podía dormir con la idea de volver al baño y que la señora de antenas me caminara por el pie. Fui al lavadero, busqué el Raid para cucarachas (en mi casa hay todo tipo de raid, sister es fan, creo que tiene toda la colección) y encaré para el baño. D reaccionó, y dijo, “No, yo la mato” y lo amé, amé ese momento en que me sentí tan mujer, subida al inodoro haciendo exclamaciones como si en vez de una hubiera cien. La mató, la agarró con un papel, envolvió el papel en una bolsa, la cerró y lo tiró al tacho. En adelante llamaremos a esto “el cucaracha incident”. Después volvimos a dormir, pero al rato me despertó con la lluvia, abrí la persiana para ver si era tan intenso como si escuchaba y vi un vestido mío salir volando cual gaviota en la playa. Las ventanas empezaron a golpearse, los truenos se hicieron más fuertes y tuve miedo, me sentí minúscula ante ese poder de la naturaleza que no podía controlar y le hablaba al francés sin dejarlo dormir. Como era de esperarse, eventualmente me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté, me bañé, tomé el desayuno y desperté a D quien parecía distante y de malhumor. Cuando llegué al trabajo D me había escrito que se estaba yendo a La boca y le escribí un mail con varias opciones de lugares para ir a comer a la noche. A lo que siguió una seguidilla de mails que transcribo abajo:
D: El 12 de enero a las 18:36
No vas a creer me pero estoy dead... I walk so much that i cannot touch the floor with my feet!! Es una peina... Podemos ir a comer something pero not too early...
Yo: El 12 de enero a las 18:48
No hay problema en comer tarde. Como vos quieras, si querés quedarte durmiendo todo bien también, just let me know early asi me organizo.
beso
D
D: El 12 de enero a las 18:55
Me voy a ber por el restaurante que podemos hacer: astrid et gaston looks good... Decimos que vamos a comer a la 9h30.? Esta noche pienso que voy a dormir al chill, esta bien de tener una noche mas normal sin el gato, y tus amigos en el bano;))
Terminé de leer y me ataqué. ¿Noche más normal? ¿Sin el gato? Como saben tengo un gato al cual D resultó alérgico, pero el gato permaneció fuera del cuarto siempre, osea que ese comentario estaba de más. ¿Mis amigos del baño? Claramente se refería a la cucaracha, pero entonces si le molestaba tanto para qué carajo se hizo el héroe. Mi enojo me había quitado las ganas de verlo y los mails siguieron…
YO: El 12 de enero a las 19:19
Si estás cansado me parece bien que hagas tus cosas y yo me junto con mi prima que me llamo para verme.
D
D: El 12 de enero a las 20:34
? no quieres juntarme? Are u angry with me? I wanted to see u...(
Le dije que mi prima se iba a Mexico y quería verla, y quedamos en hablar al día siguiente.´
El miércoles amaneció hecho una seda, diciendo que había pasado la noche escuchando la música de mi ipod (se lo presté para que disfrutara estos días en Buenos Aires con música que le había hecho escuchar el domingo y le había encantado) y que quería hacer algo lindo a la noche, bla bla…
Me tomé seis horas para responderle que sí. La noche terminó en un asado en el hostel, no era lo que imsginaba pero estaba bueno a la vez, era mi territorio también y me iba a encontrar con amigos que no veo seguido.
Sin apurarme, llegué a las 11pm. Saludé a mis amigos y luego a él que me esperaba con la misma sonrisa que le había visto el domingo cuando nos encontramos para almorzar. Se paró para saludarme, me hizo lugar al lado de él y me buscó algo para comer. Mientras yo comía, no sé cómo sacó el tema pero se disculpó por el mail del día anterior, dijo que cuando leyó mi respuesta se dió cuenta de que estaba enojada y que yo había malinterpretado su mail que tenía la intención de ser gracioso. El malhumor de la mañana siguiente fue aclarado alegando descortesía por falta de higiene después de la noche y me pareció entendible.
Y Aún así agregó que él ya conocía Buenos Aires, que no venía a hacer turismo y que su intención era verme a mí. Me metí en su bolsillo como niño en la pileta y me conmovió. D me dio un tour por Chill y unos besos en su cuarto. Armó un mini bolso y vinimos a casa. Sin dudarlo esa fue nuestra mejor noche juntos. Estuvimos más cerca y vulnerables que nunca nos dijimos cosas sexies y graciosas. Y D amaneció de buen humor.
El jueves fue nuestra última noche juntos. Me citó a las 9pm en un restaurante llamado “Arturito” que recomiendo sin dudarlo. Mozos de vieja escuela, recetas tradicionales y clima especial. Al menos para nosotros… Cuando terminamos de probar varios platos vinimos caminando a casa. Me agarró de la mano justo cuando estaba a punto de quebrarme y tomar la suya. Y lo guié a la plaza de enfrente, le regalé el cd de “onda vaga”, una postal y un abrazo. El me me agradeció y dijo: "No cambies" y me dió un beso.
Nos miramos intensamente y hablamos más allá de las palabras que pronunciamos esa noche.
D está lejos y lo pienso… Como lo que fue hace 5 años, como lo que es hoy en día y por lo que será en un tiempo…
Cuando el flotador te parece sexy... ¿Estás mas grande no?
La canción es de Brazilian Girls, la otra banda que a D le gustó de lo que escuchó en mi Ipod
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jueves, 7 de enero de 2010
Repaso semanal
Ayer volví a spining, esta vez daba la clase mi profe preferida Fernanda. Es copada, te motiva, y pone buena música aunque de vez en cuando aparece algo muy marchoso que nunca hubiera elegido escuchar pero está bien para ese ámbito. Lo que me gusta de spining es que si bien es una clase grupal, cada uno está en su mundo, en su viaje, en cómo carajo hacer para seguir el ritmo y no morir en el intento. La clase me costó bastante, pero el esfuerzo valió la pena, transpiré como si hubiera corrido la maratón de Niké y sólo me llevó 45 minutos de mi vida. Cuando llegué a casa me crucé con un vecino que esperaba el ascensor y me dijo “qué quemada que estas” a lo que contesté “no señor, vengo del gimnasio” (imaginen el tono rojo de mi cara) y subí por la escalera para entrenar mi fuerza de voluntad.
Con respecto al trabajo estoy contenta, trabajo con dos amigas y un chico que conocí cuando trabajaba en POL-KA y es casi como si el tiempo no hubiera pasado, o si, pero hay mucha comodidad. El resto del equipo es bastante friendly, las chicas de vestuario sobre todo, son personajes particulares de los que ya escucharán hablar. Los hombres del equipo, oscilan entre la normalidad y lo no me interesa ni en pedo y encima hay unos cuantos personajes por demás chetitos que habría que educar, tal vez logremos un correctivo en los 4 meses que tenemos por delante.
El único tema es que los días de mucho calor como el martes, la oficina es un horno, no hay aire acondicionado ni ventilador, siento que estoy en el Sahara, que me falta el aire y me anulo por completo. Supuestamente tendremos un ventilador pronto, pero quien sabe cuando será eso. Por el momento miro la página del servicio meteorológico nacional día a día, como si fuera el horóscopo del diario clarín, rezando que la temperatura no supere los 28ºC.
Hoy tengo terapia, 20.30, después del trabajo. Es uno de esos días en los que no me imagino de qué voy a hablar. Otras veces si, voy con un tema, algo que me está jodiendo… pero no, esta semana no. Igual siempre hay un tema, por suerte mi terapeuta es rápida y ágil y no me deja hacer sesiones de boludeces. Es incisiva, y siempre encuentra el modo para que yo hable y no me escape por la tangente. No es que sea mi intención, para nada, de hecho yo le dije la primera vez, mirá me va a salir sin querer, y no quiero venir a contarte de mi fin de semana, y lo entendió perfecto. Le conté que tengo un blog también pero me dijo a mi me importa lo que digas acá, lo que salga de tu boca, tu blog es tuyo. Ok.
Más tarde me encontraré con mis amigos del trailer en el que trabajé hace poco, se prometen cervezas, pizza y humito. Por suerte retomé spining, esa frase de tanto que la digo se está convirtiendo en un mantra, pero es así, quiero estar un poco más flaca, y poner todo en su lugar, pero la idea de matarse en el gimnasio es poder comer lo que me plazca y no sentir que lo acumulo en mi cuerpo.
Hacia el fin de semana recibo dos visitas, una de acá y otra de afuera. Esta última me genera un poco de intriga/ ansiedad. Ampliaré…
Los dejó con un tema de la película Vicky Cristina Barcelona. Vi esta peli el martes por segunda vez y me gustó más que la primera y además pesqué este tema interpretado por Giulia y los Tellarini que me encantó y me bajé un para más de la banda.
Con respecto al trabajo estoy contenta, trabajo con dos amigas y un chico que conocí cuando trabajaba en POL-KA y es casi como si el tiempo no hubiera pasado, o si, pero hay mucha comodidad. El resto del equipo es bastante friendly, las chicas de vestuario sobre todo, son personajes particulares de los que ya escucharán hablar. Los hombres del equipo, oscilan entre la normalidad y lo no me interesa ni en pedo y encima hay unos cuantos personajes por demás chetitos que habría que educar, tal vez logremos un correctivo en los 4 meses que tenemos por delante.
El único tema es que los días de mucho calor como el martes, la oficina es un horno, no hay aire acondicionado ni ventilador, siento que estoy en el Sahara, que me falta el aire y me anulo por completo. Supuestamente tendremos un ventilador pronto, pero quien sabe cuando será eso. Por el momento miro la página del servicio meteorológico nacional día a día, como si fuera el horóscopo del diario clarín, rezando que la temperatura no supere los 28ºC.
Hoy tengo terapia, 20.30, después del trabajo. Es uno de esos días en los que no me imagino de qué voy a hablar. Otras veces si, voy con un tema, algo que me está jodiendo… pero no, esta semana no. Igual siempre hay un tema, por suerte mi terapeuta es rápida y ágil y no me deja hacer sesiones de boludeces. Es incisiva, y siempre encuentra el modo para que yo hable y no me escape por la tangente. No es que sea mi intención, para nada, de hecho yo le dije la primera vez, mirá me va a salir sin querer, y no quiero venir a contarte de mi fin de semana, y lo entendió perfecto. Le conté que tengo un blog también pero me dijo a mi me importa lo que digas acá, lo que salga de tu boca, tu blog es tuyo. Ok.
Más tarde me encontraré con mis amigos del trailer en el que trabajé hace poco, se prometen cervezas, pizza y humito. Por suerte retomé spining, esa frase de tanto que la digo se está convirtiendo en un mantra, pero es así, quiero estar un poco más flaca, y poner todo en su lugar, pero la idea de matarse en el gimnasio es poder comer lo que me plazca y no sentir que lo acumulo en mi cuerpo.
Hacia el fin de semana recibo dos visitas, una de acá y otra de afuera. Esta última me genera un poco de intriga/ ansiedad. Ampliaré…
Los dejó con un tema de la película Vicky Cristina Barcelona. Vi esta peli el martes por segunda vez y me gustó más que la primera y además pesqué este tema interpretado por Giulia y los Tellarini que me encantó y me bajé un para más de la banda.
lunes, 4 de enero de 2010
Focus on me
Los días que siguieron al año nuevo en Quequén fueron lindos. Debería haber vuelto a Buenos Aires el 5 de enero, pero me quedé un par de días más a pedido de él. Para esa fecha le entregaban la casa denuevo y quería que la disfrutáramos juntos y así fue.
Solía despertarme temprano, saliá a caminar y después a la playa donde me encontraba con amigas. Tomábamos mate, chusmeábamos acerca de la noche anterior tiradas al sol en “el balcón” (un lugar reparado del viento sólo para conocidos), y nos metíamos al mar, siempre renovador. Cerca del mediodía volvía a la casa de N. El probablemente estaba amaneciendo lentamente, tomando un mate con cara de dormido junto a la ventana, armando uno para empezar el día o llegaba y lo encontraba meditando por 10 minutos apenas se despertaba. Nos dábamos un poco de amor, en realidad bastante, eramos cuasi conejos, pero ¿Quién no aprovecha el principio de una relación para tener sexo cada minuto posible? Después yo cocinaba algo, alguna vez me invitó al almorzar unas riquísimas rabas con cerveza que sólo yo tomaba y éramos felices.
Tomábamos otro mate, nos contábamos secretos. Nos tirábamos en su cuarto después de almorzar, colchones en el piso, a veces empezaríamos en el living, en la cocina, en el baño, donde fuera, todo era válido. Nos reíamos mucho, de nuestros códigos, de las guarradas que se nos ocurrían, me encantaba decirle cosas, creo que nunca fui tan libre con alguien como con él. Sentí mostrarme, sentí que me vieron, incluso las friqueadas de cómo doblar la sábana, y mis peores defectos, de tarada le rompí un cenicero que amaba y había sido de su abuela , de enamorada, por mirarlo y no ver donde lo apoyaba se fue al piso antes de que pudiera reaccionar. Ese día se fue sin hablarme y al rato me mandó un texto y me dijo “ya se me pasó”.
Hubo momentos, los menos, en los que hubo tensión. El no entendía que a mi me divirtiera quedarme en el bar tomando algo, y yo insistía para que se quedara. El estaba harto después de trabajar ahí todo un día y yo recién empezaba. Un día nos peliamos y me dijo que éramos incompatibles, y entre llanto y risas yo lo hacía que entender que lo mío eran los tragos y lo suyo el porro. Yo no le decía nada por estar todo el día fumado entonces que el no me jodiera con los tragos. Igual la verdad que quedarme sola, sin poder compartirlo con él ya no era tan divertido. Entonces yo lo iba a buscar todas las noches después de comer algo en la casa y tomaba algo en la barra las últimas dos horas antes de que él terminara su turno y nos volvíamos juntos. A veces tomábamos mate, otras me cantaba canciones con su guitarra, competiríamos por si poníamos música de su ipod o del mío, y siempre dormíamos abrazados.
Empecé el gimnasio y hoy un trabajo nuevo. Quiero ponerme a tono con la Dolo que era hace un año, cuando me fui de vacaciones sola a Quequen. Tenía el autoestima alta, me sentía linda, sana, enérgica. Recordé todos esos sentimientos el sábado después de la clase de spining, mientras mis pasos recorrían la cinta cada vez más rápido. No necesitaba ni sentía la ausencia de nadie y eso quiero ahora. Lo que tenga que llegar llegará cuando sea el momento, como muchos me dijeron y creo firmemente. Por ahora quiero concentrarme en mí, en mis metas y en mi felicidad. Es lo mínimo que puedo hacer teniendo la oportunidad de estar viva ¿no?
Los dejo con un video gracioso y alegre protagonizado por la nieta de mi amiga peruana, N y su mejor amigo que me hizo descostillar de risa. A pesar de los casi 28 años que nos separan siento que nos manejamos de la misma forma.
¿Seré sólo yo o somos muchas las que neciamente y sin paciencia perseguimos al que nos gusta sin darnos cuenta de que el hombre tiene otros tiempos y necesita sentir que es él el que elige?
Solía despertarme temprano, saliá a caminar y después a la playa donde me encontraba con amigas. Tomábamos mate, chusmeábamos acerca de la noche anterior tiradas al sol en “el balcón” (un lugar reparado del viento sólo para conocidos), y nos metíamos al mar, siempre renovador. Cerca del mediodía volvía a la casa de N. El probablemente estaba amaneciendo lentamente, tomando un mate con cara de dormido junto a la ventana, armando uno para empezar el día o llegaba y lo encontraba meditando por 10 minutos apenas se despertaba. Nos dábamos un poco de amor, en realidad bastante, eramos cuasi conejos, pero ¿Quién no aprovecha el principio de una relación para tener sexo cada minuto posible? Después yo cocinaba algo, alguna vez me invitó al almorzar unas riquísimas rabas con cerveza que sólo yo tomaba y éramos felices.
Tomábamos otro mate, nos contábamos secretos. Nos tirábamos en su cuarto después de almorzar, colchones en el piso, a veces empezaríamos en el living, en la cocina, en el baño, donde fuera, todo era válido. Nos reíamos mucho, de nuestros códigos, de las guarradas que se nos ocurrían, me encantaba decirle cosas, creo que nunca fui tan libre con alguien como con él. Sentí mostrarme, sentí que me vieron, incluso las friqueadas de cómo doblar la sábana, y mis peores defectos, de tarada le rompí un cenicero que amaba y había sido de su abuela , de enamorada, por mirarlo y no ver donde lo apoyaba se fue al piso antes de que pudiera reaccionar. Ese día se fue sin hablarme y al rato me mandó un texto y me dijo “ya se me pasó”.
Hubo momentos, los menos, en los que hubo tensión. El no entendía que a mi me divirtiera quedarme en el bar tomando algo, y yo insistía para que se quedara. El estaba harto después de trabajar ahí todo un día y yo recién empezaba. Un día nos peliamos y me dijo que éramos incompatibles, y entre llanto y risas yo lo hacía que entender que lo mío eran los tragos y lo suyo el porro. Yo no le decía nada por estar todo el día fumado entonces que el no me jodiera con los tragos. Igual la verdad que quedarme sola, sin poder compartirlo con él ya no era tan divertido. Entonces yo lo iba a buscar todas las noches después de comer algo en la casa y tomaba algo en la barra las últimas dos horas antes de que él terminara su turno y nos volvíamos juntos. A veces tomábamos mate, otras me cantaba canciones con su guitarra, competiríamos por si poníamos música de su ipod o del mío, y siempre dormíamos abrazados.
Empecé el gimnasio y hoy un trabajo nuevo. Quiero ponerme a tono con la Dolo que era hace un año, cuando me fui de vacaciones sola a Quequen. Tenía el autoestima alta, me sentía linda, sana, enérgica. Recordé todos esos sentimientos el sábado después de la clase de spining, mientras mis pasos recorrían la cinta cada vez más rápido. No necesitaba ni sentía la ausencia de nadie y eso quiero ahora. Lo que tenga que llegar llegará cuando sea el momento, como muchos me dijeron y creo firmemente. Por ahora quiero concentrarme en mí, en mis metas y en mi felicidad. Es lo mínimo que puedo hacer teniendo la oportunidad de estar viva ¿no?
Los dejo con un video gracioso y alegre protagonizado por la nieta de mi amiga peruana, N y su mejor amigo que me hizo descostillar de risa. A pesar de los casi 28 años que nos separan siento que nos manejamos de la misma forma.
Para verlo hacer clic acá
¿Seré sólo yo o somos muchas las que neciamente y sin paciencia perseguimos al que nos gusta sin darnos cuenta de que el hombre tiene otros tiempos y necesita sentir que es él el que elige?
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